Después de que la presidenta Cristina Fernández decidiera otorgarle los fondos que necesitaba para destrabar el pago de aguinaldos, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, firmó finalmente el decreto que prorroga por quince años las licencias de 14 de los 46 bingos de la provincia. La decisión, que entrará en vigencia a partir de la semana próxima, le permitirá tomar un pequeño respiro en medio del ahogo que viven las arcas provinciales. Según fuentes del sciolismo, se trata de un ingreso de 1500 millones, que se suma a los 900 millones del bono para proveedores y los 600 millones de la Anses. Sin embargo, el debate sobre el financiamiento provincial sigue abierto y en el kirchnerismo anticiparon el estudio de iniciativas parlamentarias para ampliar la recaudación del Estado frente a los excesivos márgenes de ganancia de las empresas del sector. “Si es necesario generar algún recurso extra en el sentido del juego, obviamente estamos dispuestos porque creemos que es un sector que puede seguir contribuyendo”, señaló el diputado sciolista Guido Lorenzino.
El peso pesado del juego en la provincia de Buenos Aires es Codere, una empresa española que opera 14 de las 46 salas de bingo, con una ganancia neta cercana a los 500 millones de pesos anuales. Según afirmó al diario La Nación el responsable de la empresa en el país, Héctor Luna, con la renovación de cinco de sus licencias Codere desembolsará, en un solo pago, poco más de 600 millones en concepto de canon extraordinario y otros 200 millones como canon accesorio, en 60 cuotas. “El mecanismo de renovación que utilizamos es lo que hizo Felipe Solá en el año 2006, cuando tomó la decisión de prorrogar por 15 años las licencias que vencían dentro de su período. Así lo hizo y todos los organismos de la Constitución aprobaron ese decreto y finalmente se renovaron”, aseguró Lorenzino, que salió a defender la “legalidad” de la decisión del gobernador.
En el entorno del mandatario, aseguraron que la provincia “tiene el canon más alto del país” para las salas, con un 34 por ciento, al que se suma un 8 por ciento en concepto de Ingresos Brutos.
“Nosotros recibimos un borrador de la ley de emergencia y dijimos que no podían anticipar jubilaciones, vender activos, que no podía ser la ley de Enfiteusis de Rivadavia. Recibimos después el proyecto de ley de Emergencia Económica y recordamos que la provincia ya había adherido a la ley nacional. En el tema del juego no recibimos nada”, detalló un importante dirigente del kirchnerismo bonaerense consultado por Página/12. A pesar de que finalmente se encontró una salida para pagar el aguinaldo, en el kirchnerismo mantienen sus críticas a la gestión de Scioli y señalaron que como una suerte de enseñanza el mandatario debe “aprender a administrar con responsabilidad”.
Si bien reconocen que el Ejecutivo “tiene la facultad” para sacar la prórroga de las licencias por decreto, los dirigentes más cercanos a la Presidenta advierten que “todo lo que sea con respecto al juego, debe hacerse con responsabilidad”. “Hay que poner mucha racionalidad en la gestión, eliminar gastos superfluos, no se puede gobernar haciendo espectáculo, con estos niveles de inversión publicitaria se va muchísimo dinero. Hay que empezar a achicar responsablemente el problema de los 15 mil millones de caja que faltan, en el marco de la filosofía fijada por el gobierno nacional”, concluye el dirigente kirchnerista.
En el kirchnerismo anticiparon que buscarán tratar en el transcurso de este año legislativo alguna iniciativa vinculada con el juego. De hecho, el vicegobernador, Gabriel Mariotto, solicitó un proyecto presentado por legisladores de la Coalición Cívica, Walter Martello y María Isabel Gainza.
“Hay que revisar la ecuación de ganancias de las empresas. Esto implica un estudio, generar un consenso en la Legislatura completa. El juego es una posibilidad para generar recursos genuinos. Incluso los titulares de Codere reconocen que el lugar que más ganan en el mundo es la provincia de Buenos Aires”, señaló en diálogo con este diario, Fernando “Chino” Navarro, diputado kirchnerista del Movimiento Evita.
La idea de prorrogar las licencias de los bingos se la habían acercado al gobernador mucho antes de que estallara el conflicto salarial. Uno de los interlocutores de esta propuesta con el sciolismo era el actual presidente del club Boca Juniors, Daniel Angelici, dueño de salas de juego en la provincia y titular hasta 2009 de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos (Casba). En el terreno político, Angelici es un hombre de mucha confianza del jefe de Gobierno, Mauricio Macri. En esa lista que apadrinó el líder del PRO y que lo llevó a la presidencia del club estaba el fiscal federal Carlos Stornelli, ex ministro de Seguridad de Scioli.
En medio de la crisis económica comenzaron a barajarse distintas iniciativas para obtener recursos, además del juego. En lo que resta del año, movidos por la necesidad, en el Gobierno evalúan gravar a los denominados “pools” de siembra, dedicados a la especulación financiera. Después del conflictivo revalúo de tierras rurales, dirigentes kirchneristas ponen también la mira en el Impuesto Inmobiliario Urbano. Aunque sin el apremio del incumplimiento salarial, la tensión y el debate sobre cómo y dónde obtener esos recursos continuará mientras dure la delicada situación internacional.
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